enero 04, 2009

Colabora la UNAM con la NASA en proyecto para cambiar clima en Marte e introducir vida

Crónica
Lizbeth Ortiz Acevedo | Academia
Domingo 4 de Enero, 2009

En caso de comprobar que en Marte existe vida microscópica con el próximo envío de un robot, ya se tiene en marcha el proyecto para comenzar la habitación del planeta, señala el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, Rafael Navarro.

Pero de verificar que no hubo vida, se nos presenta la posibilidad de cambiar el clima marciano e introducir vida como en la Tierra. A ese proceso se conoce como Terraformación, añade.

El académico colabora con la NASA (National Aeronautics and Space Administration, por sus siglas en inglés), las universidades de Veracruz y Luisiana, en la realización de este proyecto.

Este robot que viajará de 6 a 12 meses para hacer contacto, el investigador indicó que si encontrara vida en Marte, "las ciencias naturales darían un paso importantísimo porque la biología terrícola se ampliaría a una universal, logrando inclusive manipular la vida para nuestro beneficio en áreas como la medicina y microbiología".

De hecho, la primera misión tripulada para ir a Marte está programada para el 2030 y es probable que a partir de esa fecha se establezca una base marciana donde los humanos puedan estar trabajando temporal o permanentemente.

Rodeado de libros y papeles, Navarro González aseguró que existen otras misiones con el mismo propósito, "pero si llegan a la conclusión de que no hay vida en el planeta aunque hubiera evidencia que la hubo y se extinguió, lo que se nos presenta es la posibilidad de cambiar el clima marciano e introducir vida terrestre en Marte y cambiarlo a semejanza de la Tierra, y ese proceso se conoce como Terraformación".

Toda una realidad, habitar el planeta rojo por el hombre en palabras de una autoridad en el tema, la idea comienza a tomar forma al detallarnos que la liberación de gases invernadero en Marte elevaría la temperatura del planeta y, por consiguiente, al calentar la atmósfera se derretiría el agua acumulada en las zonas polares formando nuevamente lagos, ríos y océanos.

Una labor titánica, pero no única, tendrían que echar a andar el engranaje biológico para generar la vida, por lo que, detalló el experto, se llevarían bacterias de la Tierra generadoras de oxígeno y así los humanos podrían habitarlo. "Al principio los primeros hombres tendrían que andar como astronautas con equipo de respiración autónoma pero con el tiempo lograríamos que la atmósfera marciana fuera respirable para los humanos".

Navarro complementó: "Se podrán establecer bases humanas en la superficie marciana al tener agua líquida, una atmósfera densa y respirable y así dar paso a la introducción de bosques y lograr un ambiente parecido al de la Tierra".

Por lo que aseveró: "Si se llega a encontrar vida, esas colonias humanas estarían encapsuladas para poder estar aisladas de los organismos marcianos, pero si no se encuentra evidencia de vida, entonces se nos presenta la posibilidad de modificar el clima del planeta".

Y es aquí donde el Pico de Orizaba juega un papel muy importante en la colonización de Marte, porque "está relativamente cerca del Ecuador y su temperatura en la parte alta es baja y se parecería a la zona ecuatorial de Marte cuando lo calentemos", todo un modelo de temperatura y clima.

Además, en esta zona crece el bosque más alto del mundo (cuatro mil 100 metros de altura), por lo que entender el desarrollo de árboles en esta zona, ayudará sin duda en la tarea de Terraformación en Marte.

LA SEDUCCIÓN DEL PLANETA ROJO. Sin duda este planeta ha generado una gran atracción a lo largo de la historia y no está de más señalar que Marte ha sido objeto de un sinfín de canciones, películas y leyendas urbanas apuntando a seres de vida inteligente. No obstante, después de desechar esta idea, el doctor Navarro aclaró que esta antigua creencia fue generada por los primeros astrónomos.

Hacia 1870, estos científicos observaron a través de los primeros telescopios estructuras en la superficie, atribuidas a canales de civilizaciones marcianas, así es como se desprendió la idea que transportaban agua a zonas ecuatoriales donde imaginaron que vivían, así es como el mundo empieza a creer en vida extraterrestre con seres avanzados tecnológicamente.

Sería hasta los años 60 cuando "las primeras misiones al espacio encuentran que Marte no tiene océanos, vegetación y no existen esos canales, por el contrario sí hay surcos y cañones, pero fueron creados probablemente por la erosión de agua líquida que corrió en el pasado y se ve claramente que no hay vida superior a la macroscópica, pero no se descarta la vida en el subsuelo".

Ya para los 80, el descubrimiento de rocas marcianas en la Tierra, despertó nuevamente el interés de la NASA por encontrar una zona en este planeta que tuviera similitudes con Marte, para probar instrumentos y métodos de averiguación de vida marciana.

Así comienzan a estudiar el desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo, al norte de Chile, específicamente la zona conocida como Yungay, con todas las condiciones similares a Marte y así dar paso a lo que hoy suena como una gran aventura: la colonización del planeta rojo.

Finalmente, Rafael Navarro de la UNAM, declaró "se encuentre o no vida en Marte el hombre va a llegar a ese planeta y va a establecer una base humana".

Entrevista realizada con el apoyo de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

1 comentario:

Felipe dijo...

Nogales,Sonora,México.
Sábado,14 de Marzo de 2009"Año Internacional de la Astronomía
Hola,Mariana.
Saludos cordiales.
Es un gusto enorme hacerte saber
que en Marte jamás hubo agua.No debes dejarte impresionar por científicos ignorantes,que se dejan
llevar por suposiciones insulsas,
que en la Ciencia existen como teorías y que los científicos
consideran dogmas.
Humildemente,soy el descubridor
más grande de todos los tiempos.
Poseo grandiosos descubrimientos,
que están gestando la verdadera Astrofísica.
Atte. tu amigo:
cyberfelipe52@yahoo.com.mx
"La capacidad de percibir o pensar
de manera diferente,es más importante que el conocimiento
adquirido". Jakob Bohme.