diciembre 10, 2008

Continuarán en México las investigaciones en torno a los extraños efectos del campo magnético de nuestra galaxia

La colaboración Milagro, compuesta principalmente por científicos de instituciones a todo lo ancho de los EEUU, y en la que participa la Dra. Ma. Magdalena González del Instituto de Astronomía de la UNAM, ha descubierto dos regiones compactas con un inesperado exceso de rayos cósmicos.

Los rayos cósmicos son partículas energéticas provenientes del espacio que impactan la atmósfera terrestre. Cuando estas partículas chocan con la atmósfera se produce una larga cascada de partículas secundarias.

El Observatorio Milagro, localizado en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, Nuevo México, detecta rayos cósmicos al observar las energéticas partículas secundarias que logran llegar a la superficie terrestre. El origen de los rayos cósmicos ha sido un misterio para la astrofísica, que ha sido estudiado desde principios del siglo XX cuando Víctor Hess descubrió la radiación cósmica.

Antes del descubrimiento de Milagro, se creía que los rayos cósmicos de alta energía llegaban a la Tierra desde todas direcciones y en igual cantidad. Se sabe que los rayos cósmicos son desviados por el campo magnético de la Vía Láctea en su camino hacia la Tierra sin importar de donde provienen.

De acuerdo a lo que los científicos saben del campo magnético de nuestra Galaxia, los rayos cósmicos que Milagro detecta no deberían de apuntar hacia la fuente de origen ni aunque la fuente estuviera muy cerca de la Galaxia. Por lo que el descubrimiento de Milagro cuestiona nuestro entendimiento del campo magnético cerca de nuestro sistema solar y abre la posibilidad de que algún efecto cercano desconocido sea la explicación de estas observaciones.

Los científicos de Milagro se han asociado con colegas mexicanos y han propuesto al National Science Foundation que se construya la segunda generación de este tipo de observatorios llamado HAWC (High Altitude Water Cherenkov) que será ubicado a gran altura en el Volcán Sierra Negra de Puebla. Se espera que las observaciones de rayos cósmicos y rayos gama que se realizarán con HAWC ampliarán los trabajos realizados hasta ahora y resolverán el misterio del origen de los rayos cósmicos.

La colaboración HAWC está constituida por once instituciones estadounidenses y 13 mexicanas y es liderada por la Dra. Ma. Magdalena González del Instituto de Astronomía, UNAM y el Dr. Alberto Carramiñana del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica. De la UNAM participan grupos de Astronomía, Ciencias Nucleares, Geofísica, Geociencias y Física.

El viernes 7 de noviembre los Doctores Rubén Alfaro, Ernesto Belmont y Andrés Sandoval con sus estudiantes, técnicos y con el Dr. Humberto Salazar y su grupo de la BUAP, instalaron en el Volcán Cerro la Negra a 4538m snm el primer tanque del prototipo del observatorio HAWC de gammas de ultra alta energía (1-100 TeV).

Este trabajo ha sido apoyado por la Fundación Nacional de Ciencia (National Science Foundation), el Departamento de Energía de los Estados Unidos, el Laboratorio Nacional de Los Álamos y la Universidad de California.

Más información sobre el experimento Milagro y HAWC en la página web de HAWC: http://umdgrb.umd.edu/hawc, www.inaoep.mx/~hawc o contactar a la Dra. Ma. Magdalena González (magda@astroscu.unam.mx) en el Instituto de Astronomía de la UNAM.

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