México participó con el 5%; construye Frida, parte del equipo que se montará en 2010
Cuenta con los mejores instrumentos de nueva generación capaces de captar, por las noches, a través de las radiaciones térmicas de los cuerpos celestes, lo que el ojo humano no puede ver
Afp
La Jornada
Madrid, 23 de julio.
Este viernes inaugurarán el Gran Telescopio Canarias (GTC), "el mayor y más avanzado equipo óptico-infrarrojo del mundo", en el que colabora la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo rector José Narro Robles estará en el acto, que encabezarán los reyes España.
"La década que viene es toda para el GTC", hasta que le suceda la próxima generación de telescopios, con espejos de entre 30 y 40 metros de diámetro, explicó Pedro Álvarez, director del GTC.
El Gran Telescopio es "la mayor máquina del tiempo del planeta", y su poder de visión equivale a "4 millones de pupilas humanas", según su promotor, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
La novedad está en que el telescopio, situado en la pequeña isla de La Palma, en el archipiélago de Canarias (frente a la costa sur occidental de Marruecos), está dotado de un espejo circular de 10.4 metros de diámetro y con la mayor superficie colectora de luz: 81.9 metros cuadrados.
Esto lo convierte en el mayor de los grandes telescopios del mundo, por arriba de los Keck estadunidenses instalados en Hawai, de 10 metros, los cuatro Very Large Telescope (VLT) europeos en Chile y los Géminis de este país y Hawai, entre otros.
Además del diámetro del espejo, segmentado en 36 piezas hexagonales y de 17 toneladas, el GTC cuenta con "los mejores instrumentos de nueva generación" capaces de captar, siempre por la noche, "lo que el ojo humano no puede ver" a través de las radiaciones térmicas de los cuerpos, según el IAC.
Analizar la estructura del cosmos, el reto
Su reto es analizar la estructura del cosmos a gran escala, lo que incluye buscar planetas fuera del sistema solar, explorar galaxias, agujeros negros, la materia oscura, supernovas y el universo, el nacimiento de nuevas estrellas, posibles planetas en los que podría haber vida o calcular la edad de las estrellas enanas solitarias.
En fin, "descubrir cosas que no se han descubierto hasta ahora", según Álvarez.
El proyecto, concebido a finales de los años 80, se considera de "gran ciencia" debido a su alto presupuesto, explicó José Miguel Rodríguez Espinosa, director científico del Gran Telescopio.
El equipo costó 104 millones de euros, de los cuales 90 por ciento fue aportado por el Estado español (que contó con fondos europeos) y 10 por ciento por México y la Universidad de Florida (Estados Unidos).
Unas 100 empresas han participado en la construcción del GTC, donde trabajan 15 astrónomos, en su mayoría españoles, y otras 50 personas contando a los ingenieros.
Aunque el GTC no trabaja en su totalidad, empezó a operar en marzo con uno de sus instrumentos ópticos, Osiris, que puede observar "objetos violentos" (que pueden ser vistos por el ojo humano) como supernovas, estrellas de neutrones o galaxias.
A finales de año se pondrá en marcha CanariCam, una "cámara en la vanguardia de la tecnología infrarroja", construida en Florida, que observará objetos "fríos" del espacio, es decir, que el ojo humano no puede ver, como estrellas en formación, galaxias muy lejanas, zonas de formación estelar y planetas extrasolares.
A finales de 2010 se estrenará Emir, único en el mundo, que sumará las capacidades de Osiris y CanariCam.
También para ese año se instalará Frida, instrumento que se fabrica en México que permitirá observar el espacio eludiendo las turbulencias atmosféricas.
Los socios mexicanos del GTC son la UNAM y su Instituto de Astronomía, cuyo director, José Franco, también estará en la ceremonia de inauguración.
Estas instituciones han participado, al igual que la Universidad de Florida, Estados Unidos, en la misma proporción, con el 5 por ciento de los gastos y en la construcción de varias piezas del GTC.
A cambio, México podrá disponer del 5 por ciento del tiempo de observación anual, según el IAC.
La colaboración entre ambos países, que se inició con la firma de varios acuerdos en 2001, se extiende además a la creación de varios de los instrumentos con que estará dotado el telescopio.
El Instituto de Astronomía de la UNAM y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) trabajan en la construcción de Frida, en homenaje a la pintora Frida Kahlo, y que se servirá de la novedosa óptica "adaptativa" para observar el cosmos sin que le molesten las turbulencias atmosféricas”.
Pedro Álvarez dijo: "México aporta su experiencia y conocimiento en la fabricación de elementos ópticos".
La colaboración con la comunidad científica mexicana, que "ya existía de tiempo atrás", incluye el telescopio milimétrico que México construye, precisó.
Los astrónomos españoles podrán utilizar este radiotelescopio, "el mayor del mundo en su rango de frecuencia", con "una antena de 50 metros de diámetro" que tiene una sensibilidad que permite "observar desde México regiones del universo oscurecidas por el polvo interestelar", según el IAC.
Pero estos son sólo los primeros, ya que "cada tres o cuatro años hay que instalar un instrumento nuevo", según Álvarez.
"El GTC sería capaz de detectar los focos por separado de un coche que circule por Australia o un plato de lentejas en la Luna nueva", según el IAC.
En sus primeros meses de operación ha medido un brote de rayos gamma, ha detectado una mancha muy fría en el fondo cósmico de microonda y ha observado supernovas muy distantes que sirven para medir la expansión del universo, además de las enanas marrones.
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